Señores ministros y diputados:
Nos dirigimos a ustedes para trasladarles el profundo malestar y la enorme indignación que sienten los miles de policías nacionales (y posiblemente también miles de guardias civiles) tras la aprobación ayer en el Congreso de una proposición no de ley relativa a diversas cuestiones que afectan a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Vemos que ustedes siguen con lo de siempre: hablar, hablar, hablar y contar cuentos. En eso son especialistas.
Lejos de materializar en algo concreto todo el apoyo y respaldo que dicen dar a las actuaciones de tales Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se desmarcan al final del texto aprobado con un brindis al sol en un tema tan importante como es la equiparación de retribuciones con otros cuerpos de seguridad de comunidades autónomas.
El texto aprobado, en lo que concierne a la última parte introducida como enmienda, es un atentado a nuestra inteligencia. Pretenden que nos creamos que van a hacer algo vía presupuestos generales del Estado mediante “… las partidas necesarias para resolver progresivamente los desequilibrios retributivos que puedan existir entre los diversos miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y, a su vez, dentro del marco legal presupuestario, para acercarlos a los de otros cuerpos policiales”.
Es decir, primero pretenden corregir posibles diferencias salariales entre Policía Nacional y Guardia Civil. Y luego, “dentro del marco legal presupuestario”, quieren acercar las retribuciones de ambos a las de otros cuerpos. Y eso durante varios años, empezando por los presupuestos generales para 2018. Pero claro, ¿dónde están los presupuestos generales del Estado para 2018? ¿Cuáles son las cantidades que están barajando?
Como cuento, no está mal. Pero como propuesta seria, no hay por dónde cogerla. A los miles de policías nacionales y guardias civiles que han sido los únicos que, junto con jueces y fiscales, se han fajado, se siguen fajando y se fajarán en la defensa de la Constitución, del Estado de derecho y de la democracia, pretenden agradecerles el trabajo con un cuento. El esfuerzo de los policías nacionales y guardias civiles que están en Cataluña es encomiable. Y también lo es el de quienes están en sus plantillas y siguen manteniendo unos niveles de seguridad envidiables por el resto de países y que es un pilar fundamental para el buen funcionamiento de la economía. Todos estamos hartos de palabras, de promesas, de excusas. Queremos hechos.